La aparición de programas como el anteriormente mencionado o del tipo de "Mujeres y hombres y viceversa", con títulos enrevesados y peores hilos conductores, me plantea serias dudas sobre nuestra identidad.
La mente humana tiene el asombroso funcionamiento de creer aquello que el resto le dice que es. Nacemos, crecemos, y aprendemos en una sociedad que nos asigna un rol, un papel que adoptamos sumisamente, sin cuestionarnos siquiera si somos realmente eso que dicen.
Es más fácil vivir sin hacerlo.
Existen personas cuyo umbral de percepción de los roles de los individuos en determinadas situaciones, es más alto que el del resto de los mortales. A estas personas se las tilda de histéricas, pues por este mismo atributo, el de captar con mayor facilidad qué es lo que se está cociendo, sufren cualquier mirada, cualquier gesto, de una forma totalmente histriónica.
Los histéricos son una clara manifestación de la dependencia de la mente humana del lugar en el que nos coloca el resto de seres.
Habría que plantearse qué es uno, habría que saberlo pero también sentirlo, y no esperar encontrar nuestra identidad integrándonos en un grupo o realizando según qué actividades, como por ejemplo, concursar en un programa como el de Cuestión de peso.
La mente humana tiene el asombroso funcionamiento de creer aquello que el resto le dice que es. Nacemos, crecemos, y aprendemos en una sociedad que nos asigna un rol, un papel que adoptamos sumisamente, sin cuestionarnos siquiera si somos realmente eso que dicen.
Es más fácil vivir sin hacerlo.
Existen personas cuyo umbral de percepción de los roles de los individuos en determinadas situaciones, es más alto que el del resto de los mortales. A estas personas se las tilda de histéricas, pues por este mismo atributo, el de captar con mayor facilidad qué es lo que se está cociendo, sufren cualquier mirada, cualquier gesto, de una forma totalmente histriónica.
Los histéricos son una clara manifestación de la dependencia de la mente humana del lugar en el que nos coloca el resto de seres.
Habría que plantearse qué es uno, habría que saberlo pero también sentirlo, y no esperar encontrar nuestra identidad integrándonos en un grupo o realizando según qué actividades, como por ejemplo, concursar en un programa como el de Cuestión de peso.
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