Cualquiera que haga uso de su aparato de televisión se habrá percatado del deplorable contenido de ciertas cadenas, así como del deficiente trato de algunas informaciones. Y parece que la telebasura está llegando a tales extremos para captar audiencia, que últimamente ha habido más de una queja.
Los canales privados necesitan ingresos para subsistir, pero esto no justifica que lo hagan a costa de programaciones denigrantes, soeces y desagradables. El debate sobre la oferta y la demanda de tal “porquería” viene de lejos. Y la excusa de los responsables siempre es la misma: que lo ofrecen porque el espectador desea verlo. Aun así, ¿es válida esta justificación? PINCHA AQUÍ PARA SEGUIR LEYENDO
Los canales privados necesitan ingresos para subsistir, pero esto no justifica que lo hagan a costa de programaciones denigrantes, soeces y desagradables. El debate sobre la oferta y la demanda de tal “porquería” viene de lejos. Y la excusa de los responsables siempre es la misma: que lo ofrecen porque el espectador desea verlo. Aun así, ¿es válida esta justificación? PINCHA AQUÍ PARA SEGUIR LEYENDO
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