Unos días después de la muerte de Bin Laden continúa la polémica respecto a su asesinato, su cadáver, el papel de Pakistán, y la actuación de los EEUU.
Los últimos datos conocidos han sido aterradores, pues el paradero del terrorista se supo gracias a la confesión de un torturado: Sheik Mohamed, preso en Guantánamo y supuesta cabeza operativa del 11-S. Tal información, lejos de reabrir en el país el polémico debate sobre la tortura estadounidense, ha sido tajantemente reconocida por el director de la CIA, quien además se ha mostrado convencido de que no se deben replantear el uso de estas prácticas o “técnicas coercitivas de interrogatorio” que atentan contra la dignidad y los derechos humanos.PINCHA AQUÍ PARA SEGUIR LEYENDO
Los últimos datos conocidos han sido aterradores, pues el paradero del terrorista se supo gracias a la confesión de un torturado: Sheik Mohamed, preso en Guantánamo y supuesta cabeza operativa del 11-S. Tal información, lejos de reabrir en el país el polémico debate sobre la tortura estadounidense, ha sido tajantemente reconocida por el director de la CIA, quien además se ha mostrado convencido de que no se deben replantear el uso de estas prácticas o “técnicas coercitivas de interrogatorio” que atentan contra la dignidad y los derechos humanos.PINCHA AQUÍ PARA SEGUIR LEYENDO
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