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martes, octubre 20, 2009

LA MUERTE DE IVAN ILICH



LA MUERTE DE IVAN ILICH. León Tolstoi

Traducción y notas preliminares de Juan López- Morillas.

Biblioteca Tolstoi. Alianza Editorial. 1995, 2009. Madrid




La muerte de Ivan Ilich es una de las novelas cortas de León Tolstoi. El relato, además de plasmar las reflexiones del propio autor, constituye la excusa perfecta para poner de manifiesto las carencias de la Rusia zarista. A través de esta narración, se conduce al lector por el camino hacia la muerte, una muerte temida en tanto que se la desconoce.

Para conseguirlo, Tolstoi se vale de un personaje característico, Ivan Ilich. Cabe decir llegados a este momento, que el punto de partida de la novela fue el conocimiento por parte del autor, de la muerte por cáncer abdominal de un magistrado del tribunal de Tala, llamado precisamente, Ivan Ilich Menchikov.

 El protagonista de este relato es pues, un funcionario, un sencillo burócrata imbuido de  rasgos que el literato ruso aprovechará para realizar su crítica social al pueblo ruso de su época.

Sin que por ello se trate de otra de sus novelas autobiográficas, Ivan Ilich comparte algunas particularidades con el propio León. Su significativa visión del mundo, el sentimiento de obligatoriedad moral, la incomprensión hacia esta misma moralidad, o el enrarecido ambiente familiar, son algunas de ellas.

Cuenta su biografía, que Tolstoi se marchó de casa a los 82 años, entre otras causas, por las continuas disputas con su mujer. El personaje principal de La muerte de Ivan Ilich, acaba por aborrecer a la suya. Descrita como una persona poco agraciada y rolliza, Praskovya (ese es su nombre) es además, egoísta. Asimismo, la esposa del moribundo está solamente interesada en las posibles carencias materiales que la muerte de su marido le acarreará, y por lo tanto, no en la salud del enfermo.

Pero su mujer no es la única a la que dilapida con su crítica. Desde el primer capítulo, el escritor presenta a unos personajes deshumanizados y superficiales que nadan como pez en el agua en el contexto de una Rusia decadente.



La narración se estructura en  doce breves capítulos, el primero de los cuales sirve para introducir la trama y para recrear ese ambiente de amoralidad mencionado con anterioridad. En él, los antiguos compañeros de trabajo del protagonista se preguntan por las consecuencias laborales (y por lo tanto materiales) que la muerte de su camarada les va a deparar.

Se sabe que en sus inicios, la novela fue escrita en primera persona a modo de diario. Que Tolstoi cambiara de opinión, le permitió agudizar su irónica crítica, sobre todo en este primer fragmento de la narración. Asimismo, el  exhaustivo análisis psicológico de los personajes no fue mermado al introducir dicha modificación.


A partir del segundo episodio, empieza la verdadera historia, y no es otro que este ese comienzo: “La historia de la vida de Ivan Ilich había sido sencillísima y ordinaria, al par que terrible en extremo”. Este fragmento no hace más que poner en evidencia el estilo directo, breve, y burlón (e incluso cínico) de Tolstoi.

Haciendo uso de las características propias del realismo, en los sucesivos capítulos se prepara al lector para la muerte del personaje, cada vez más confundido y atormentado por su inminente realidad, y por el fracaso de la vida que ha llevado a cabo.

A ritmo ligero, Tolstoi describe los distintos momentos psicológicos de su  personaje, que va cambiando a medida que se suceden los hechos. A partir del golpe que Ivan Ilich se da al reparar las cortinas, el relato se precipita, llegando incluso a mostrar silogismos lógicos con el fin de describir la confusión del protagonista, o planteamientos en los que los acontecimientos infantiles son recordados como puros, ajenos de tara moral o social alguna.



En consecuencia, el responsable de obras maestras como Guerra y Paz, o Ana Karerina, critica la sociedad de su tiempo, e invita al lector a la reflexión, y a que se plantee, como el propio personaje hace, si morir no será solamente asunto de los otros.



LAS FLORES DEL MAL



Esta edición de Las flores del mal toma el modelo de la publicada el 1861. Sin embargo, anexa los poemas censurados ofrecidos en la versión de 1857, así como aquellos que debían figurar en Las nuevas flores del mal. También presenta un apéndice con los versos que debieron haber formado parte de Los despojos.
Se estructura del siguiente modo: “Las flores del mal” (“Spleen e ideal”,” Cuadros parisinos”,” El vino”,” Flores del mal”,” Rebelión”,” La muerte”), “Los despojos”, “Nuevas flores del mal”, y “Apéndice”.

La mayoría de los poemas fueron escritos en 1844, así que cabe entender la obra dentro de un contexto en el que el movimiento romántico estaba agotado, y en el que se avecinaba un cambio. Asimismo, la revolución de 1848 y la proclamación del segundo imperio, propiciaron un restablecimiento del orden general.
La poesía es el género en el que mejor se aprecia la elección entre lo pasado y lo que se aproximaba.

La época de Baudelaire es una etapa marcada por el ideal del progreso, un progreso arquitectónico, técnico y científico, que llevó consigo el mayor desarrollo de la imprenta, la calidad del papel, y la construcción de prensas modernas. Nació la prensa de gran difusión, de la que el autor se valió para publicar muchos de los poemas que después conformarían Las flores del mal.
A pesar de todas estas mejoras, el avance en el terreno de la moral no tuvo lugar, al menos no con la misma rapidez. Y es por esto por lo que algunos autores comenzaron a rechazar su sociedad.

Baudelaire se autodefinía como “pintor de la vida cotidiana”. También aseguró haber puesto lo mejor de sí mismo en Las flores del mal. Lo cierto es que sus versos están imbuidos de experiencias personales.
El poeta llevó  una vida bohemia, extravagante,  y de constantes preocupaciones económicas. Encaja con el perfil de poeta atormentado y desamparado que aun encarnaron Balzac o Dostoyevski.
Asimismo, fue condenado a Sade, por Las flores del mal, considerándosele provocador.

En sus rimas se observa la influencia de su padre (antiguo sacerdote), en el campo del conocimiento en el campo religioso (en Gitanos en el camino hace alusión directa a un episodio bíblico). Igualmente vemos ideas compartidas con Balzac (en Castigo de orgullo). Aparece en ellos Jeanne Duval, una actriz mulata ("Perfume exótico", "La cabellera", "Te adoro igual que a la bóveda nocturna", "Meterías al universo entero en tu callejuela", "Sed non satiata") y también una prostituta a la que frecuentó: Louchette ("Una noche que estaba junto a una horrible judía"). La Presidenta, amante de un banquero ("A la que es demasiado alegre", "Reversibilidad", "El alba espiritual" y "Confesión") y Mariette, sirvienta que lo crió ("A la sirvienta de gran corazón que te daba celos") son otras de las personas a las que evoca.

Se dice que la obra de Baudelaire ha dejado un aporte positivo. No sólo Las flores del mal es significativa, sino que con sus "Pequeños poemas en prosa", rompe la diferencia entre la poesía y la prosa. De su estilo puede destacarse el culto por la expresión simbólica. Charles Baudelaire representa, en definitiva, la demanda poética de la palabra.

sábado, octubre 17, 2009

HOME SOLTER INTERESSAT EN


HOME SOLTER INTERESSAT EN


Entre a tafanejar a la pàgina del perfil del xic amb qui duc enrotllada aquests últims mesos, faig clic sobre una foto del seu tors depilat davant l’espill i aguarde. La pantalla s’il•lumina i..taxaaan! Nyas, cabàs! Fulanet de tal “cercant: dones, amistat, anar de flor en flor”. Maleït Facebook.


Abans de res, aclarir que no m’he endut cap sorpresa, clar que no, que ja ho sabia jo això, però caram, quina barra, que es prive un poc, no? Total, per al que va a lligar per justament eixa xarxa social. S’ha de ser terròs per llençar al fem en un instant el “clau segur”. En fi, què vaig a fer-li.


Com és possible que no haja pensat com d’obvi és que una xica amb la que s’està morrejant tots els dies mirarà això? I després tenen la barra de dir que som unes “dominatrix”, amb molta suficiència, per cert. Si, clar, doncs si tan convençut estàs, previndre és millor que no pas curar, saps espavilat?


Que no recorden haver escrit unes dades que poden fastiguejar-los la festa, diu molt d’ells. Senyala que són uns deixats, uns egoistes, i que no et tenen en cap consideració. Ah, i que tenen mala memòria.


Algunes premisses i possibilitats a ocórrer que manifesten el poc seny de la seva actuació són:

1- Pengen un perfil públic que indica la seva predisposició, i en la seva descripció faciliten aspectes que no van a recordar haver escrit. Ja que ho fas per lligar, xicon: memòria i cura.

2- Aconsegueixen el lligue i la poden cagar per tindre el perfil d’aquest tipus.

3- Si la xica l’excusa pensant que pertany al passat, a) ell perd punts, b) ella s’enutja perquè és tan insignificant que no s’ha dignat a canviar-lo, c) ella es calfa el cap buscant un motiu inexplicable i fantàstic, o d) totes les anteriors.


Vaja, que després d’açò estic per modificar el meu estat civil a “relació complicada amb” i enviar-li un suggeriment al “meu rotllo” a veure si l’accepta.

QUÈ ENS DURÀ LA VIOLÈNCIA?

QUÈ ENS DURÀ LA VIOLÈNCIA?

Em disgusta observar de quina manera dibuixos animats com Pare de Família o altres, que antany resultaven graciosos i summament crítics, s'han tornat grollers i sádics en extrem. Mostren vísceres, cristalls trencats clavats en sagnants ferides, i un sens fi d'imatges de molt dubtós gust.

Per què tant roig? Mai m'atreviria a afirmar que les persones som éssers civilitzats per naturalesa, al contrari, l'ésser humà és egoista i malvat,i violentament primitiu. És per açò pel que la sang en la televisió està tan present?

Mirem on ho fem trobem aqueix m
orb sanguinari. Al telediari ens mostren les escenes de major desgrat, ja siguen de guerra, d'una punyalada en el metre o fins i tot d'un xiquet ofegat, encara que això si, amb els xiquets són un poc més respectuosos (perquè sinó se'ls cau el pèl).

Igual que hi ha lleis, i no per això la nostra ll
ibertat està coartada, crec que s'haurien d'establir uns criteris legislats i de major duresa també per al contingut televisiu, les pel·lícules o els videojocs.

Alguns estudis han demostrat que aquests últims
(els videojocs) serveixen per a descarregar la violència intrínseca a l'home. No obstant això,per a alleujar tensions no cal imbuir-los d'aqueixa càrrega de violència tan innecessària, encara que tan seductora. Es pot desfogar un matant monyigots que no s'assemblen gens a un humà de debò, per exemple.

Dic jo que tot el que estan aconseguint amb els jocs, els telediaris sagnants, o la introducció de vòmits, vísceres, budells i ferides en dibuixos animats (per a adults, això sí) és una habituació.

Des de les albors de la humanitat s'ha dit que la violència només comporta a més violència, però el plantejament que em faig és si aquesta violència, que és en certa manera irreal, comporta una violència veritable, del món experiencial i tangible.

Així mateix, em sembla contradictori ensenyar-li uns valors al xiquet entre els quals l'infligir a l'altre dolor és dolent, i que després puguen veure a tota hora com uns altres fan açò que tu els has ensenyat que està malament. Fins i tot en els dibuixos animats com Els Simpson , que para més INRI s'emeten a les dues del migdia, ixen Grata i Pica.

És evident,però,que en la mà de cadascú està l'opció de veure'ls o apagar el televisor.


Observar com algú mata a altra persona, o la vexa, o la maltracta, ha estat sempre traumàtic. Fins i tot nosaltres, que encara hem vist degollar a pollastres o matar conills, tenim gravades en el cap aqueixes imatges.

La majoria pot destriar que el que ens mostren en gran mesura no és més que ficció (exceptuant el telediari), però tanmateix, al meu entendre, no deixa de recrear-se, amb ella, la violència real, a la qual, com he dit, ens habituen.

I la habituació a la violència no pot ser bona.

viernes, octubre 16, 2009

¿QUÉ TRAERÁ LA VIOLENCIA?

Me disgusta observar de qué manera dibujos animados como Padre de Familia u otros, que antaño resultaban graciosos y sumamente críticos, se han vuelto soeces y sádicos en extremo. Muestran vísceras, cristales rotos clavados en sangrientas heridas, y un sinfín de imágenes de muy dudoso gusto.

¿Por qué tanto rojo? Nunca me atrevería a afirmar que las personas somos seres civilizados por naturaleza, al contrario, el ser humano es egoísta y malvado, violentamente primitivo. ¿Es por esto por lo que la sangre en la televisión está tan presente?

Miremos donde lo hagamos encontramos ese morbo sanguinario. En el telediario nos muestran las escenas de mayor desagrado, ya sean de guerra, de una puñalada en el metro o incluso de un niño ahogado, aunque eso si, con los niños son un poco más respetuosos (porque sino se les cae el pelo).

Igual que hay leyes, y no por eso nuestra libertad está coartada, creo que deberían establecer unos criterios legislados y de mayor dureza, también para el contenido televisivo, las películas o los videojuegos.

Algunos estudios han demostrado que estos últimos (los videojuegos) sirven para descargar la violencia intrínseca al hombre. Sin embargo,para aliviar tensiones no hace falta imbuir los videojuegos de esa carga de violencia tan innecesaria, aunque tan seductora. Se puede desfogar uno matando muñequitos que no se parezcan nada a un humano de verdad, por ejemplo.

Digo yo que todo lo que están consiguiendo con los juegos, los telediarios sangrientos, o la introducción de vómitos, vísceras, tripas y heridas en dibujos animados (para adultos, eso sí) es conseguir una habituación.

Desde los albores de la humanidad se ha dicho que la violencia sólo conlleva a más violencia, pero el planteamiento que me hago es si esta violencia, que es en cierto modo irreal, conlleva una violencia verdadera, del mundo experiencial y tangible.

Asimismo, me parece contradictorio enseñarle unos valores al niño entre los cuales el infligir al otro dolor es malo, y que después puedan ver a todas horas cómo otros hacen esto que tú les has enseñado que está mal. Incluso en los dibujos animados como Los Simpson , que para más INRI se emiten a las dos del mediodía, salen Rasca y Pica.

Es evidente,pero,que en la mano de cada cual está la opción de verlos o apagar el televisor.

Observar cómo alguien mata a otra persona, o la veja, o la maltrata, ha sido siempre traumático. Incluso nosotros, que todavía hemos visto degollar a pollos o matar conejos, tenemos grabadas en la cabeza esas imágenes.

La mayoría puede discernir que lo que nos muestran en gran medida no es más que ficción (exceptuando el telediario), pero aun así, a mi entender, no deja de recrearse, con ella, la violencia real, a la que, como he dicho, nos habitúan,

Y la habituación a la violencia no puede ser buena.

viernes, octubre 02, 2009

TINDRE CARÀCTER



TINDRE CARÀCTER.


Tinc la sensació de que a les persones amb caràcter no se les entén com a les altres. Potser són més complexes, o tal vegada no, però moltes voltes ningú no veu qui, ni cóm són.


Hi ha qui associa el mal geni, una reacció dolenta, o el fet de que algú no es prenga massa bé determinades situacions, amb el seu caràcter. Jo, per la meua banda, pense que no té res a veure, donat que educació i personalitat són dos termes ben distints.


Quan diguem que algú té caràcter, ens solem referir a que poseeix (precisament) una personalitat molt marcada i amb uns determinats valors ben assentats. I imaginem una persona ferma i segura. Al meu parer, una persona amb aquestes caracteristiques té menys possibilitats de perdre els papers, quan s'enfada, que una altra. Fins i tot té menys possibilitats d’enutjar-se.


Així mateix, fa poc vaig tindre una conversa amb un amic sobre aquest tema. Ell em deia que no relacionava les persones amb caràcter amb la depressió, o siga, que no pensava que pogueren deprimir-se.


Després de reflexionar un poc, he pensat que potser sí sembla que tinguen menys possibilitats: pareixen forts amb tota la seva seguretat. Però també me n’he adonat de que eixa aparent fortalesa, caràcter i conviccions pròpies, sempre els podran fer notar que són una mica distints, que estan distanciats de la resta, una resta que a la vegada els farà de banda donant per sentat que són forts i no necessiten res. I se sentiran, al cap i a la postre, sols.


No tothom porta bé la soledat, la veritat és que malauradament són pocs els que així ho fan.


Som éssers socials, i el caràcter, per molt fort que siga, no pot amb això.

TENER CARÁCTER


TENER CARÁCTER.

Tengo la sensación de que a las personas con carácter no se las entiende como a las otras.

Quizás son más complejas, o quizás no, pero muchas vueltas nadie ve quienes, ni de qué manera son.

Hay quien asocia el mal genio y el tomarse mal las situaciones, con este tipo de ser nombrado: aquel que tiene carácter. Yo, por mi parte, pienso que no tiene nada a ver. Más bien a la inversa.

Cuando se dice que alguien tiene carácter nos referimos a que esa persona tiene una personalidad muy marcada, con unos determinados valores y seguridades asentadas, nos referimos a una persona firme y segura. Y a mi parecer, una persona segura tiene menos posibilidades de perder los papeles y la compostura cuando se enfada, que otra. Incluso tiene menos posibilitados de enojarse.

Asimismo, hace poco tuve una conversación con un amigo sobre este mismo tema. Él me decía que no relacionaba las personas con carácter con la depresión, o sea, que no pensaba que pudieran deprimirse. Tras reflexionar un poco, he pensado que puede parecer que tengan menos posibilidades: se les ve fuertes con toda su seguridad.

Pero también me he dado cuenta de que esa aparente fortaleza, carácter y convicciones propias, siempre les podrán hacer notar que son algo distintos, que están distanciados del resto, un resto que a la vez les hará de lado dando por sentat que son fuertes y no necesitan nada. Y se sentirán, al fin y al cabo, solos.

No todo el mundo lleva bien la soledad, la verdad es que, desgraciadamente, son pocos los que así lo hacen. Somos seres sociales, y el carácter, por muy fuerte que sea, no puede con ello.






(Agradecimientos a Marcel)